El arte como alquimia del tarot

Publicado el 24 de junio de 2025, 21:48

 

Desde sus orígenes en el Renacimiento, el tarot ha sido un lienzo para la imaginación humana. Las primeras barajas, como el Visconti-Sforza del siglo XV, fueron pintadas a mano por artistas cortesanos, quienes plasmaron en ellas símbolos inspirados en la mitología, la religión y la vida cotidiana. Así, el arte no solo embelleció las cartas, sino que les dio alma.

A lo largo de los siglos, el tarot absorbió influencias del simbolismo, el surrealismo y la psicología arquetípica. Artistas como Edward Burne-Jones reinterpretaron los arcanos desde una estética espiritual y onírica, mientras que Carl Jung vio en ellos un espejo del inconsciente colectivo. En el siglo XX, creadores como Salvador Dalí, Leonora Carrington y Remedios Varo diseñaron sus propias barajas, fusionando el tarot con sus mundos interiores y visiones místicas.

Hoy, el tarot sigue siendo un puente entre arte y autoconocimiento: cada carta es una obra simbólica que invita a mirar hacia adentro y a imaginar futuros posibles.

Esta ilustración, inspirada en el tarot de Salvador Dalí, reinterpreta el arcano con un estilo surrealista cargado de simbolismo onírico. Los elementos —relojes, columnas clásicas, figuras humanas distorsionadas— evocan temas como el tiempo, el destino y el subconsciente. Cada trazo tiene un aire teatral, casi místico, que conecta con la visión de Dalí: el tarot como espejo del alma y escenario de lo invisible.